lunes, 14 de enero de 2013

Pocas personas saben que yo, de pequeño, fui abducido por los extraterrestres. Hasta hace unos años sólo se lo contaba a las personas más cercanas y en quienes confiaba ya que este tipo de cosas hacen que la gente te mire raro. Pero de un tiempo a esta parte he perdido la "vergüenza" de ser un niño abducido y lo cuento a la menor ocasión porque  ahora YA SÉ QUE TODO AQUELLO PASÓ REALMENTE y no me importa la reacción de los demás. Ahora me siento seguro de que mis recuerdos son , efectivamente, recuerdos de algo que ocurrió en un solitario bosque de hayas de la provincia de Vizcaya.
Y ¿cómo  sé que aquello pasó realmente y no son invenciones mías? Muy sencillo ... porque aquello mismo le ha pasado a mucha más gente, que también lo han contado, y cuyas historias coinciden con   pelos y señales con la vivida por mí.
Un ejemplo: El ovni de Vorónez (URSS).
El 27 de septiembre de 1989, en plena perestroika, supuestamente se produjo en la ciudad soviética de Vorónezh, al sureste de Moscú, un encuentro con un ovni y sus ocupantes que, debido a la cantidad de testimonios, a lo grotesco de la información y a la relevancia de la principal agencia implicada en la noticia (Tass), tuvo una repercusión mediática inusual. Hasta la actualidad (2013) no se han desmentido los hechos por parte de los supuestos testigos.

Pues bien, uno de los niños que fue testigo del desembarco de aquellos gigantes humanoides cuenta lo siguiente:
 Cuando ellos salieron de la nave, yo me quedé inmóvil, como paralizado. Estábamos todos muy asustados. Dos de los seres salieron de la nave y observaron el lugar. Después de cinco minutos, se fueron. Cuando desaparecieron, me mareé. La cabeza me dolía, y me daba vueltas...

... exactamente lo que  me ocurrió a mí cuando tenía tres años de edad.

y aún hay más ... los testigos de aquello hicieron un dibujo del aspecto que tenían los gigantes que descendieron del ovni. Este es el dibujo


 El aspecto de los alienígenas  coincide sorprendentemente con el que  tenían los que yo vi.

En fin ... son demasiadas casualidades y , si alguna vez albergué alguna duda al respecto, hoy lo tengo clarísimo:
YO FUI ABDUCIDO A LA EDAD DE TRES AÑOS.

Los motivos y consecuencias de esta abducción se me escapan pero me imagino que estarán encuadradas dentro de los miles de experimentos que hacen con humanos todos los días. He tenido mucha suerte de no haber sido designado para ser un cobaya de primer grado pues esos si que las pasan canutas. O yo no les servía o lo que me hicieron no me dejó muchas secuelas .... bueno ... alguna sí pero eso es otra historia.

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