La de Gabriel Clausi, apodado "el Chula", fue sin duda una vida enteramente dedicada al bandoneón.
A lo largo de su dilatada vida (vivió 98 años) hizo de todo dentro del mundo del bandoneón: intérprete virtuoso, compositor de más de 500 piezas, tocó en las mejores orquestas, dirigió sus propias orquestas, dirigió un Conservatorio de música, frecuentó a todos los grandes del tango como Gardel, Pugliese, Maffia, acompañó a grupos de Rock, actuó en películas, etc.
Ganó fortunas con su música y de la misma manera que las ganó las perdió en las mesas de los casinos.
Nació en 1911 en Buenos Aires y murió en 2010. Hasta el último momento estuvo en activo sorprendiéndole la muerte precisamente durante una gira por Brasil.
Empezó de niño, con tres años, (!) a tocar el bandoneón gracias a que en su familia todos eran músicos. Le enseñó los rudimentos su hermano Pascual que era un excelente violinista aunque tocase de oído y rápidamente le llovieron pequeños contratos en cafés, hoteles y fiestas privadas.
Con sólo 15 años le contrató Francisco Pracánico que tenía una de las mejores orquestas de tango de la época.
Aunque trabajó esporádicamente en trabajos que nada tenían que ver con la música, como ayudante de carnicero, su vida estaba predestinada al bandoneón y dada su calidad como instrumentista fue encadenando contratos en orquestas cada vez más importantes hasta tener la suya propia.
Trabajó con los mejores, como Pacho Juan Maglio, Scorticatti, Di Cicco, Firpo, De Caro, Félix Lípesker, Juan Canaro y muchos más. Con todos los pesos pesados del tango.
Tuvo su propio sello discográfico y era muy solicitado para tocar en Chile y en Brasil.
En resumen, era un fenómeno que no paró de viajar y de vivir la vida.
Como bandoneonista era excelente. Tenía una técnica depurada y lo mismo tocaba tangos que música clásica.
Precisamente voy a incluir una grabación de Clausi interpretando algo tan alejado del tango como las Czardas de Victor Monti.
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